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Collage

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Verónica Corchado

    Nos toma tiempo procesar este momento histórico en el mundo; una latente guerra entre Ucrania y Rusia, el COVID 19 desnudó las nulas políticas para atender la salud, un latente desasosiego por las condiciones de precarización y feminización de la pobreza en el mundo, tienen un mismo hilo conductor: la violencia y desigualdad en sus diferentes maneras y crueldades. La solución nos convoca a todas las personas ¿Se ha preguntado usted qué hacer para reducir la violencia?  

    La escritora Chimamanda Ngozi Adichie, una destacada escritora feminista contemporánea, nos habla de los peligros de contar una sola historia. Al hablar de Ciudad Juárez, se hace necesario dialogar sobre lo que hemos construido y los esfuerzos echados a andar como respuestas resilientes en todos los ámbitos y desde todos los sectores. 

    Soy Verónica Corchado, activista y defensora de los derechos humanos de las mujeres. Mi vida es un collage multicolor, conformado por distintos matices, texturas, conexiones e intensidades que ilustran el camino andado en 25 años de procesos colectivos. La palabra collage es una técnica milenaria de origen francés que significa pegar. Fue en Francia a principios del siglo XX cuando evolucionó hasta hacerse una técnica artística compatible con la pintura y la escultura. Dicho de una forma más sencilla, el trabajo que realizo siempre estará caracterizado por unir las partes, dialogar y respetar las disidencias. El collage de mi vida expresa mis convicciones, alianzas estratégicas, retos enfrentados, dolores contenidos, las pérdidas en el camino y frustraciones ante la indolencia. 

    Contar nuevas historias pasa por resolver y transformar las desigualdades. Una de las maneras posibles es a través del servicio público, como una oportunidad de reivindicar la política. Podría enumerar muchos aprendizajes personales y colectivos, pero trataré de centrar la atención en lo imprescindible del pacto entre mujeres que acompañaron nuestro caminar y nos hicieron fuertes. En nuestro camino en el servicio público encontramos a otras mujeres que se sumaron, dispuestas a trabajar y construir de manera conjunta.  Somos testigos de que las transformaciones se viven en lo individual y se expresan de maneras colectivas. 

Reinventar la política es concretar y validar entre toda una pedagogía del servicio público, poniendo en el centro de la política a las mujeres.

Me atreveré a caracterizar el servicio público que impulsamos al frente del Instituto Municipal de las Mujeres en la gestión 2017-2021 y que nos arroja luz de lo lejos que estamos de alcanzar los estándares de calidad en todos los niveles de gobierno y poderes que lo componen. Una pedagogía del servicio público está obligada a contemplar los siguientes indicadores:

  • Dominio del lenguaje incluyente que se sostenga en acciones, programas y planes perfectamente alineados. 

  • Actitud proactiva en los procedimientos y rutinas gubernamentales de las y los servidores públicos. 

  • Actualización y evaluación permanente del servicio para que se convierta en un hábito y valor ético.   

  • Perfiles y especialistas que no respondan a lógicas partidistas que aniquilen el servicio público. 

  • Amplificar los servicios de atención de los tres niveles de gobierno y de los poderes para reinventarse y estar acorde a las necesidades actuales. 

  • Ampliar la cobertura y horarios de atención a las comunidades de manera permanente, con calidad y profesionalismo, sin oportunismo partidista. 

  • El o la servidora pública se convierte en un recurso multiplicador   que atiende la tarea conferida y asume la prevención de la violencia en todo momento como una máxima en su vida, independientemente de la dependencia en la que colabore. 

  • El servicio público representado en cada compañera y compañero es la posibilidad de garantizar los derechos humanos de las mujeres y sus familias, sabiendo que si las mujeres están bien todo en cascada mejorará. 

  • El servicio público es vital para transformar las desigualdades así que no podemos dejarlo solo a los partidos políticos. 

  • Institucionalizar los espacios para la participación de la ciudadanía en todos los asuntos de las administraciones municipal y estatal. 

  • Dignificar el servicio público puede rescatar a las instituciones con la confianza de reconstruir nuestra ciudad, asumiendo que el partido en turno debe ser instrumento para la paz y el bienestar de la comunidad.  

   

    Ciudad Juárez nos pertenece a todas las personas, luchemos por esta gran ciudad, sumemos con nuestro trabajo cotidiano la paz que merecemos y que no hemos podido alcanzar. 

    Estar al frente asumiendo el liderazgo de conducir el Instituto Municipal de las Mujeres me permitió ampliar mi visión de las implicaciones de servir a mi ciudad a través de un cargo público y me dio la oportunidad de hacer visible “cómo sí se pueden hacer las cosas”, sentando bases de la pedagogía del servicio público. Les comparto algunos logros que impulsamos:

  1. Infraestructura de atención en el centro histórico como un primer paso de acercar a un gobierno local-municipal a la realidad que viven miles de mujeres en Juárez. 

  2.  Institucionalizar servicios de atención integrales con un equipo altamente especializado. 

  3. Conceptualizar y concretar estrategia de prevención situacional llamada Corredor Seguro, con tres pilares: infraestructura, tecnología y cohesión social. 

  4. Aprobación en Cabildo de la figura de enlaces de género para concientizar a personal de todas las dependencias sobre la prevención de la violencia y el rol que deben asumir. 

  5.  Impulsar el Protocolo Policial con perspectiva de género y el Diplomado, en coordinación con la UACJ.

  6. Ampliar la cobertura de servicios integrales hacia Riberas del Bravo y al suroriente, con la unidad móvil La Morada. 

  7. La campaña permanente de rechazo al acoso sexual callejero, que puso en evidencia la urgencia de actualizar el Reglamento de Bando de Policía y Buen Gobierno. 

 

    Son sólo algunas evidencias de este caminar colectivo. En mi collage se están colocando nuevas piezas, otros colores, nuevos aportes y otras personas con las cuales seguir aprendiendo a hacer vida. Un dato curioso del collage se remonta a los calígrafos japoneses del siglo X, quienes usaban sus collages para, sobre ellos, escribir sus poemas dando cuenta de un trabajo en colectivo. Mi vida es una pequeña parte del nosotras, construido con la historia y memoria de cientos de personas que han impactado mi vida. Sigamos contando nuevas historias que nos convoquen a todas, necesitamos relevos. Que nadie se quede atrás.      

Verónica Corchado es activista y defensora de los derechos humanos de las mujeres. En este tema, la distingue un trabajo de gran importancia en esta frontera. Fue directora del Instituto Municipal de las Mujeres entre octubre de 2016 y enero de 2022.

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